TEMA 2
¿ENFOQUE
COMUNICATIVO: ¿UTOPÍA O REALIDAD? ¿QUE HAY QUE CAMBIAR EN LAS CLASES?
La lengua es el instrumento por excelencia del
aprendizaje y la comunicación. Tanto las lenguas primeras como las lenguas
extranjeras forman parte en la actualidad, y cada vez lo harán más en el
futuro, del bagaje vital de las personas en un mundo en continua expansión en
el que, a la vez, las relaciones entre individuos, países, organismos y
corporaciones se hacen más frecuentes y más estrechas.
Así empieza el
apartado que la LOMCE
dedica a la Primera Lengua Extranjera y que se hace eco de los principios del
marco estratégico «Educación y Formación 2020» que establece la prioridad del aprendizaje
de idiomas, haciendo hincapié en que la comunicación en lenguas extranjeras es
una de las ocho competencias clave necesarias para mejorar la calidad y la
eficacia de la educación y la formación.
Además, en la LOMCE
se hace también referencia al “Marco Común Europeo de Referencia para lasLenguas” como base de lo que los estudiantes deberán ser capaces de hacer en el idioma extranjero en diversos
contextos comunicativos reales en los que, dependiendo de las distintas etapas
educativas, tendrán oportunidad de actuar. [1]
Así, pues, el estudio de la lengua extranjera se plantea como un proceso de aprendizaje que, por un lado, debe acercarse al proceso de adquisición de las lenguas maternas para poder producir resultados directamente aplicables al uso lingüístico en el mundo real y, por otro, al desarrollo de determinadas competencias, lingüísticas y comunicativas, que permitan comprender, expresarse, interactuar e articular pensamientos y sentimientos sobre uno mismo y sobre el ambiente que le rodea.
Así, pues, el estudio de la lengua extranjera se plantea como un proceso de aprendizaje que, por un lado, debe acercarse al proceso de adquisición de las lenguas maternas para poder producir resultados directamente aplicables al uso lingüístico en el mundo real y, por otro, al desarrollo de determinadas competencias, lingüísticas y comunicativas, que permitan comprender, expresarse, interactuar e articular pensamientos y sentimientos sobre uno mismo y sobre el ambiente que le rodea.
Personalmente, no
puedo no compartir estos principios y estoy totalmente a favor de que se
produzca un giro en materia de enseñanza de idiomas hacia un plurilingüismo y
pluriculturalismo. Sin embargo, las actuales prácticas de enseñanza en las
aulas aún distan bastante, en mi opinión, de los planteamientos, seguramente un
poco ideales, de la Unión Europea.
Lejos de abordar el
tema bajo una perspectiva catastrofista, considero que los planteamientos
basado en un enfoque comunicativo todavía no son una realidad en las aulas bien
porque los docentes de lenguas extranjeras se ven “atados” por el cumplimiento
de los programas curriculares, bien porque en muchos casos, este tipo de
enseñanza, requiere de formación, predisposición y compromiso que no todos los
docentes están dispuestos a asumir, y seguramente una mentalidad plurilingüe
también. Además, el número de horas que se destina al aprendizaje de un idioma
es claramente insuficiente para cumplir con los objetivos del marco y por lo
tanto, hay muy poco margen para implementar actividades complementarias que
puedan servir para fomentar una manera diferente de estudiar un idioma
extranjero.
No obstante, considero
que algo sí que se puede mejorar en las aulas y que los docentes aún tenemos
margen de actuación para proponer actividades que presenten el idioma
extranjero como algo diferente de una simple memorización de palabras y frases
y un sinfín de fichas y ejercicios.
- En primer lugar, una clase de idiomas debería representar un momento de inmersión lingüística no en abstracto, sino buscando objetivos concretos, por lo que el docente debería utilizar el idioma extranjero a lo largo de toda la sesión. Acostumbrar el oído al idioma es un primer paso para acercarnos a la lengua extranjera y asimilar palabras, estructuras, frases de forma natural, tal y como acontece con los niños.
- Consciente de que hay que cumplir con los objetivos del currículo de cara a la evaluación final, creo en la importancia de implementar el uso de nuevas tecnologías que puedan servir para acercar los alumnos a la asignatura y despertar el placer de entender y ser entendido (me refiero por ejemplo al uso de Skype que podría ser muy útil para instaurar conversaciones con alumnos de otros países. Un intercambio virtual que se podría llevar a la práctica una vez por trimestre, por ejemplo).
- Además, se deberían potenciar las actividades de debates y role-play, y se podrían dedicar algunas sesiones a ver en versión original algunos de los programas de mayor éxito televisivo cuyo formato se exporta a varios países, siempre teniendo en cuenta la temporalidad.
En definitiva,
considero que si por un lado el planteamiento general del estudio de las
lenguas extranjera sería el camino correcto, por el otro todavía debemos
trabajar para que estas ideas puedan ser llevadas a la práctica dentro del
aula, y para ello es necesario que se llegue a un verdadero consenso entre
todos los agentes implicados en este proceso.